20 May La trampa silenciosa: cuando la tesorería se gestiona con excels
Lo confieso: me encanta Excel. Es una herramienta poderosa, flexible y muy útil en el día a día financiero. La he utilizado desde que nació, para modelos, análisis, simulaciones y reporting. Pero también tengo que decirlo con claridad: no es la mejor opción cuando hablamos de previsiones de tesorería serias, estratégicas y continuas.
Lo indico porque en demasiadas empresas —incluso aquellas con estructuras financieras sofisticadas— la previsión de tesorería sigue tratándose como una tarea operativa menor, cuando en realidad es una función estratégica clave. El problema no está solo en lo que se hace, sino en cómo se hace: modelos en Excel poco trabajados, sin criterios sólidos, sin trazabilidad ni validación adecuada de los datos. ¿El resultado? Previsiones que generan una falsa sensación de control y decisiones basadas en estimaciones frágiles.
Una previsión de tesorería eficaz no es solo una tabla con fechas y cantidades. Es la brújula financiera que permite anticiparse a tensiones de liquidez, optimizar decisiones de inversión y financiación, y dotar a la dirección de una visión clara de la posición de caja futura. Sin embargo, cuando esta herramienta estratégica se apoya en estructuras manuales y desactualizadas, los errores no solo son probables, sino inevitables.
La mayoría de los modelos en Excel nacen como soluciones rápidas y evolucionan en el tiempo sin un diseño consciente. Versiones que circulan por correo electrónico, fórmulas ocultas que nadie revisa, suposiciones de cobros y pagos basadas en patrones históricos sin revisar, o líneas críticas que no tienen un responsable claro. Todo esto convierte la previsión en un ejercicio de fe más que de análisis.
El entorno actual exige otra cosa. Tipos de interés elevados, tensiones en la cadena de suministro, morosidad creciente y ciclos de cobro más largos hacen que anticipar la posición de tesorería no sea un “nice to have”, sino un elemento de supervivencia y competitividad. Tomar decisiones con base en un modelo débil es como conducir a ciegas: puede que llegues, pero el riesgo de accidente es altísimo.
Afortunadamente, hoy ya no es necesario depender de Excel para realizar previsiones sólidas. Existen herramientas tecnológicas específicas que permiten construir modelos dinámicos, integrados con los sistemas contables y bancarios, con capacidad para actualizarse automáticamente, realizar simulaciones de escenarios, emitir alertas y garantizar una trazabilidad completa. Este tipo de soluciones no solo elimina errores humanos, sino que convierte la previsión en un sistema de información vivo, útil y confiable para la toma de decisiones.
Adoptar estos sistemas no es una cuestión de moda tecnológica, sino de eficiencia, control y seguridad. Es liberar al equipo financiero de tareas mecánicas para centrarse en el análisis y en la estrategia. Es profesionalizar un área que, hasta ahora, se ha mantenido en la sombra.
En definitiva, la diferencia entre una buena y una mala previsión de tesorería puede suponer la diferencia entre anticiparse o reaccionar tarde.
Jesús Pombo Lanza, economista forense, valorador de empresas y consultor en reestructuración financiera y transformación digital.
Si quieres digitalizar tu departamento financiero